Dénia es una ciudad con un alma profundamente marinera que se respira en cada rincón del puerto. Y si hay un lugar donde esa conexión se siente de forma especial, ese es el “Museu de la Mar”, un espacio cultural situado justo en el puerto, que invita a sumergirse en la rica historia naval de la ciudad. Lo descubrí por casualidad en una de mis visitas a Dénia, y fue una de esas gratas sorpresas que convierten una escapada en un recuerdo permanente.
Esta en el interior de la antigua lonja de pescado, totalmente restaurada, con sus ventanales abiertos al puerto, es como un umbral entre dos tiempos. Y lo mejor: la entrada es gratuita. Sin duda, un imprescindible para los curiosos, los viajeros con alma de historiadores y cualquiera que quiera comprender por qué el mar es algo más que un paisaje en esta ciudad.
¿Por qué un museo del mar en Dénia?
La existencia del Museu de la Mar no es una ocurrencia reciente ni un capricho turístico. Es la consecuencia natural de siglos de relación intensa entre Dénia y el Mediterráneo.
Desde sus días como base naval durante la República Romana, cuando el general Sertorio utilizó el puerto como enclave estratégico, Dénia ha sido un punto neurálgico de comercio, defensa y vida marina. Durante la Edad Media, con la creación de la Taifa de Daniya, el puerto se convirtió en un nodo vital del comercio del siglo XI.
En el siglo XV sirvió como refugio de corsarios, y en 1609 fue testigo del doloroso episodio de la expulsión de los moriscos, saliendo desde este mismo puerto hacia el exilio. Tras ser prácticamente destruido en 1705, renació con fuerza en el siglo XVIII, y en el XIX experimentó un auge económico gracias al comercio de la pasa, exportada a media Europa desde aquí.
Hoy, el puerto de Dénia sigue latiendo con fuerza. El tráfico hacia las Islas Baleares, los yates de lujo y las barcas de pescadores conviven en un espacio lleno de historia viva. El museo encapsula todo esto, y al entrar, no puedes evitar sentir que estás entrando en el corazón histórico de la ciudad.
Un recorrido por el Museu de la Mar: Qué ver
El recorrido es cronológico, y se extiende desde el siglo VI a.C. hasta principios del siglo XX, abarcando todas las etapas históricas de Dénia vinculadas al mar. El museo alberga más de 400 piezas arqueológicas y etnológicas, y cada una tiene su propia historia.
Estas son algunas que me impactaron:
- Ánforas antiguas que datan del siglo III a.C. al I d.C. Piezas que probablemente transportaron vino, aceite o salazones en plena época romana, ahora detenidas en el tiempo.
- Restos de la fragata La Guadalupe, hundida frente a las costas de Dénia. Ver los restos y leer su historia fue una experiencia conmovedora.
- Modelos de barcos: hay réplicas exquisitamente detalladas de galeones, embarcaciones pesqueras locales, y hasta del buque de guerra inglés Prince Royal. Son obras de arte que ilustran la evolución de la arquitectura naval.
- Objetos cotidianos: desde poleas de madera y vajillas, hasta pipas usadas por marineros. Humanizan la historia, porque muestran la vida diaria de quienes habitaron esta ciudad.
- Monedas de oro y plata de los reinados de Carlos III y Carlos IV, que hablan del comercio y la economía de otra época.
- Fotografías históricas que aportan una conexión emocional inmediata con la Dénia del siglo XX.
Tecnología y tradición: audiovisuales e innovación en la narrativa
Además de las vitrinas y piezas físicas, el Museu de la Mar cuenta con una sala audiovisual moderna que sorprende por su calidad. En ella se proyectan vídeos que narran la historia pesquera, las tradiciones marineras y aspectos de la arqueología subacuática de la zona.
Este componente multimedia es perfecto para complementar la visita, sobre todo si vas con niños o adolescentes. Explica conceptos complejos de forma visual, y da un contexto más profundo a lo que se ve en el resto del museo.
El espacio: historia viva dentro de la antigua lonja
Una de las cosas que más valoré fue el lugar donde está el museo. No se trata de un edificio moderno sin alma, sino de la antigua lonja de pescado, que funcionó hasta 1997. Tras una cuidadosa restauración, hoy es un espacio diáfano, con luz natural y una vista directa al puerto que no tiene precio.
El mar se cuela por los ventanales, y mientras observas una maqueta o una fotografía antigua, puedes girar la vista y ver el mismo mar que inspiró esas historias.
Lo que debes saber antes de ir: ubicación, horarios y acceso
📍 Ubicación: El Museu de la Mar está en la Explanada Cervantes, 2, justo en la zona portuaria de Dénia. Es una localización inmejorable, rodeada de restaurantes, el puerto deportivo y otras atracciones.
💸 Precio de la entrada: gratuita.
🕘 Horarios:
- De octubre a abril: de 10:00 a 13:00 y de 16:00 a 20:00.
- De mayo a septiembre: de 10:00 a 13:00 y de 17:00 a 21:00.
- Cierra el 25 de diciembre y el 1 de enero, y por la tarde el 24 y 31 de diciembre.
♿ Accesibilidad: Confirmado como espacio accesible. Puedes moverte con silla de ruedas sin problema.
Más allá del museo: qué hacer en la zona del puerto
Lo bonito del Museu de la Mar es que no se termina cuando sales por la puerta. Todo lo que lo rodea invita a seguir explorando. Yo recomiendo:
- Pasear por la Explanada Cervantes y el Muelle de Ribera, donde se mezclan yates de lujo y barcos de pesca tradicionales.
- Ver la exposición al aire libre de “Esculturas frente al mar”, una propuesta artística que sorprende.
- Perderse en Baix la Mar, el antiguo barrio de pescadores, lleno de casas de colores y bares con encanto.
- Subir al Castillo de Dénia, para ver la ciudad desde otra perspectiva y entender aún más su historia.
- Visitar los Museos Arqueológico y Etnológico , para complementar con otra visión cultural. También totalmente gratuitos
- Y cómo no, comer bien. Dénia es Ciudad Creativa de la Gastronomía por la UNESCO y lo demuestra en cada restaurante.
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